Punto de encuentro

Sed bienvenidos a este espacio que pretende ser punto de encuentro de aquellas personas que, teniendo en común un lugar de trabajo, se obstinan en establecer relaciones más allá de las laborales, porque, al fin y al cabo, se consideran seres humanos...



"Los hombres están siempre dispuestos a curiosear y averiguar sobre las vidas ajenas, pero les da pereza conocerse a sí mismos y corregir su propia vida." (San Agustín).





jueves, 14 de marzo de 2013

DIAGNÓSTICO DE LA ENFERMEDAD VASCULAR ASINTOMÁTICA


El infarto agudo de miocardio, la muerte súbita o el accidente cerebrovascular agudo (ACVA) suponen la primera manifestación clínica en el 40%-60% de las personas con aterosclerosis subclínica.

La arteriosclerosis es el  sustrato inicial de estas enfermedades, debiendo pasar varios años hasta que aparezcan sus complicaciones clínicas, las cuales conllevan un importante número de muertes en nuestro medio.

A su vez, existen técnicas de imagen no invasivas y de fácil acceso que permiten un diagnóstico incruento de la enfermedad arterial, coronaria o cerebral asintomática.

Por tanto, el objetivo esencial en el diagnóstico de la enfermedad vascular asintomática es el prevenir las secuelas de los eventos vasculares que pueden conllevar un deterioro de la calidad de vida de nuestros pacientes y que en ocasiones les convierten en enfermos crónicos con un gran consumo de recursos sanitarios.

¿Quién debe someterse al Diagnóstico de la enfermdedad vascular asintomática?:

  1. Todos los varones >45 años y todas las mujeres >55 años aparentemente sanos.  (Excluidos: los pacientes de muy bajo   riesgo cardiovascular y los >75 años).
  2. Todos los varones < 45 años y mujeres < 55 años con FRCV mayores.

Denominamos pacientes aparentemente sanos a aquellos que no tienen  historia de angina, infarto de miocardio, ictus o enfermedad arterial periférica.

Cuando hablamos de pacientes de muy bajo riesgo nos referimos a aquellos que no deben tener ninguno de los siguientes criterios: nivel de colesterol total >= 200 mg/dl (5,18 mmol/l), presión arterial > 120/80 mmHg, diabetes mellitus, tabaco, historia familiar de enfermedad coronaria o síndrome metabólico.

Por último, nos referimos a pacientes con factores de riesgo cardiovasculares mayores a aquellos que presentan: HTA, tabaquismo, IMC > 30, LDL > 330, HDL< 40, Diabetes o Ant. familiares ECVP (< 45 en hombres y < 65 en mujeres).

El Hospital San agustín viene realizando desde enero de este año una labor de detección de la enfermedad vascular asintomática, desde la atención de los pacientes que pasan por su servicios de urgencias y consultas externas de  Medicina Interna y Atención primaria. 

Se trata de una búsqueda activa a través de la anamnesis y exploración de la población diana, que habitualmente suele acudir a estos servicios por otros motivos pasando desapercibida la posibilidad de que puedan tener una enfermedad vascular asintomática.

jueves, 7 de marzo de 2013

Fibromialgia. Diagnóstico y tratamiento


Los facultativos del Hospital San Agustín hemos compartido hoy una sesión formativa sobre el Síndrome fibromiálgico gracias a la ponencia de nuestro compañero el Dr. Sanchez Bursón,  responsable del servicio de Reumatología de nuestro centro, y con amplia experiencia en el diagnóstico y tratamiento de este cuadro.


La Fibromialgia es un síndrome clínico con una prevalencia de entre el 2% y el 5% en los EE.UU. de América, que se presenta  más frecuentemente entre la cuarta y sexta décadas de la vida y en una proporción mujer / hombre de 9 a 1. 

La Fibromialgia fue reconocida por la OMS en el año 1992, pero sigue siendo una enfermedad de difícil enfoque diagnóstico y terapéutico como consecuencia de los prejuicios negativos establecidos en el propio ámbito de los profesionales que se enfrentan a ella. No toda paciente que sufre Fibromialgia debe relacionarse con un trastorno psiquiátrico ni existe un tratamiento específico para todos los pacientes. 

La frecuencia en la consulta de un reumatólogo supone entre un 15% y un 20% del total de las visitas. La edad media de aparición se encuentra en torno a los 49 años, pero puede presentarse en todas las edades, grupos étnicos y culturas. Uno de los datos más relevantes de cara a la repercusión en la sociedad es que el 30% de los pacientes con Fibromialgia son incapaces de mantener su trabajo. 

Se considera que un paciente presenta un Síndrome fibromiálgico cuando cumple 3 criterios diagnósticos clásicos según la American College Of Reumatology:

  1. Dolor difuso de 3 meses o más que afecta al esqueleto axial y al menos dos cuadrantes contralaterales del cuerpo.
  2. Dolor en 11 de 18 localizaciones denominadas puntos gatillo.
  3. Ausencia de alteraciones radiológicas y analíticas. 
Además de estos criterios mayores pueden coexistir otros signos clínicos menores, como son la cefalea crónica, la fatigabilidad, la ansiedad y el sueño no reparador entre otras.

Desde el punto de vista fisiopatológico la hipótesis más relevante habla de una predisposición genética y una multidisfunción de las áreas neuroendocrina, de neurotransmisores y neurosensorial, que sumada a factores desencadenantes y agravantes produce la clínica. Dicha multidisfunción condiciona una hiper respuesta de las neuronas del asta dorsal a la estimulación somática nociceptiva y no nociceptiva. Es lo que se conoce como sensibilización central.

El tratamiento de la Fibromialgia debe ser multidisciplinario, incluyendo el farmacológico y el no farmacológico. El ejercicio aeróbico, el Tai Chi, la acupuntura, etc. pueden ser muy útiles acompañadas de una tratamiento analgésico. No se recomienda el uso de antiinflamatorios (aines y/o corticoides) ni tampoco opiáceos. Sin embargo el uso del Tramadol como analgésico y la Pregabalina se han demostrado eficaces.

Aunque es difícil una completa resolución de los síntomas, se puede alcanzar una gran mejoría  de la calidad de vida de estos pacientes con un tratamiento adecuado.