El Asma Bronquial es sin duda una enfermedad propia
de los países occidentales. Esto es debido fundamentalmente a que los
factores implicados en su aparición, desarrollo y aumento de la morbilidad cohabitan
con el desarrollo de los países: la exposición
a alérgenos, el tabaquismo, la polución y la disminución de las infecciones.
La prevalencia del Asma Bronquial en la población general oscila entre el 10 y
el 15 % en los adultos, y entre el 15 y el 20 % en los niños. Entre el
60 y el 80 % de todos los casos corresponde al asma extrínseca.

El asma se define por la inflamación crónica de las vías respiratorias
que produce una obstrucción variable del flujo aéreo que es reversible
espontáneamente o con tratamiento y que ante múltiples estímulos inespecíficos
presenta una hiperreactividad.
La disnea, la opresión torácica, la tos
y las sibilancias en ausencia de enfermedad infecciosa definen clínicamente esta patología. La historia clínica se
completará con antecedentes de atopia, y la casi constante asociación a la Rinitis.
Entre los alérgenos habituales encontramos los siguientes: pólenes, ácaros del polvo, epitelios
de animales, plumas y hongos. En el trabajo, destacan el látex, las harinas, los
productos químicos y farmacéuticos,
los cosméticos, las sales metálicas y
los isocianatos.
Entre los objetivos del tratamiento del asma se encuentra en primer lugar el controlar
la enfermedad lo antes posible para que permita las actividades
cotidianas. En segundo lugar la prevención
de la obstrucción crónica al flujo aéreo. Y por útltimo y no menos
importante, la reducción de la
mortalidad.
El tratamiento optimizado del asma se basa en tres pilares:
- Tratamiento etiológico: evitar alérgenos a los que está sensibilizado y la Inmunoterapia.
- Tratamiento farmacológico escalonado.
- Educación del asmático.
Tratamiento farmacológico escalonado
(GINA 2007)
Uno de los aspectos más importantes en el
tratamiento del asma es la educación
del paciente, a quien
se le debe ayudar a adquirir las siguientes habilidades:
- Comprender la naturaleza alérgica e inflamatoria del asma.
- Conocer las causas ambientales en su caso.
- Prevenir los desencadenantes.
- Reconocer las agudizaciones precozmente.
- Comprender los objetivos de su tratamiento.
- Conocer los efectos de los fármacos.
- Usar correctamente los inhaladores.
- Utilizar la monitorización con peak flow.
- Orientar sobre un autotratamiento, una consulta urgente y un traslado a un servicio de urgencias.
Fuente: Dr. Alberto Caso Vázquez, especialista en Alergología del Hospital San Agustín
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