El uso de sustancias químicas para el tratamiento de muchas enfermedades infecciosas es conocido desde antiguo, como la corteza de quina en el paludismo o la aplicación de la cuajada mohosa de la soya sobre ciertas infecciones, pero fue en el siglo XIX cuando Pasteur y Joubert observaron la capacidad de algunos microorganismos de inhibir el crecimiento de otros. Este fenómeno fue denominado antibiosis por Vuillemin y Ward.
Louis Pasteur |
Antes
de prescribir un antibiótico sería deseable tener la seguridad de que nos encontramos
ante un síndrome clínico de origen infeccioso y conocer el microorganismo que
lo está produciendo. Lo primero es a veces difícil cuando no existe una clara
focalidad infecciosa, y es necesario descartar otras causas de fiebre.
En
la práctica clínica, el inicio de un tratamiento con antibióticos se basa en los
síntomas y signos clínicos del paciente, en los hallazgos de laboratorio
obtenidos, y en el conocimiento y utilización de los informes epidemiológicos.
Hablamos en estas circunstancias de un tratamiento empírico. Cuando el médico dispone
de los resultados de pruebas microbiológicas o de los estudios de sensibilidad in
vitro, hablamos de tratamiento específico y definitivo.
En
la mayoría de los casos se empieza de forma empírica para cambiar posteriormente
a un tratamiento definitivo basado en los resultados del antibiograma. El
iniciar un tratamiento empírico debe obedecer siempre a un pensamiento lógico y
al seguimiento de un algoritmo adecuado.
Las
infecciones atendidas con más frecuencia en Urgencias son las de vías respiratorias,
tanto superiores (1,4%) como inferiores (3,2%), seguido de las urinarias
(2,1%), las gastrointestinales y las de piel y tejidos blandos.
Respecto
a las Infecciones de vías respiratorias superiores, en su mayoría son víricas,
se autolimitan y no necesitan antibióticos, salvo la faringoamigdalitis por S. pyogenes
y la otitis media aguda.
De
las Infecciones de vías respiratorias inferiores, la neumonía adquirida en la
comunidad es la primera causa de muerte por infección en el mundo occidental y
sí precisan de tratamiento antibiótico. La enfermedad pulmonar obstructiva
crónica (EPOC) afecta al 9% de la población adulta española. En el 75-80% de las
ocasiones, la exacerbación es de causa infecciosa.
Las
Infecciones urinarias (ITU). Son más frecuentes en las mujeres. La mayoría están producidas por E. coli (más del 80%) y sólo
deben tratarse las ITU sintomáticas.
E. Coli |
La
mayoría de las infecciones intraabdominales son polimicrobianas. El tratamiento
consiste en cirugía precoz más un antibiótico con cobertura para
enterobacterias y anaerobios, teniendo en consideración el lugar de adquisición,
la gravedad del paciente, los factores de riesgo y la toma de antibióticos en
los días previos.
Fuentes:
Protocolo de uso empírico de antibióticos. Ruiz Camps, MI. Medicine.
2006;09:3289-92.
Empleo de antibióticos empíricos en los síndromes infecciosos en Urgencias. Serrano-Heranz, R. Medicine. 2006;09:4450-8.
Empleo clínico de antibióticos. Giménez Domenech, R;
Vidal Verdú, E; Natera Kindelán, C; Kindelán Jaquotot, JMMedicine.
2002;08:3320-4.
No hay comentarios:
Publicar un comentario