
En la actualidad, la gripe sigue siendo una importante causa de muerte y de enfermedad. Afecta a todos los grupos de edad y aunque la mayor incidencia se
registra en los niños, las formas clínicas más graves y la mayor mortalidad se
produce en los sujetos de más de 65 años de edad y en personas con enfermedades
crónicas previas.
La OMS recomienda
por tanto vacunar a las personas con riesgo aumentado de complicaciones (mayores
de 65 años, enfermos crónicos, inmunodeprimidos, niños y jóvenes con terapias
prolongadas con aspirina, embarazadas en las que el segundo y tercer trimestre
de gestación coincide con la estación gripal), y a las personas que pueden
transmitir la gripe a personas de alto riesgo (personal sanitario y otros
profesionales, y personas al cuidado o en contacto con pacientes de riesgo,
especialmente los ingresados en instituciones).
Las
vacunas actualmente empleadas a gran escala son de tipo inactivado, contienen 2
cepas del virus tipo A y una cepa del virus tipo B. Estas vacunas son seguras y eficaces. Dada la variabilidad e
irrupción de nuevas cepas por variaciones en el genoma viral, las estrategias
pasan por proteger a las personas con mayor probabilidad de complicaciones.
Varios
estudios demuestran que tras la vacunación se redujo la infección respiratoria
en un 56% (hasta un 50% en las tasas de infección respiratoria grave), la
hospitalización en un 50% y la mortalidad en un 60%. La eficacia de la
vacunación en prevención de la enfermedad se sitúa entre un 80 y un 90%.

Los
factores de riesgo relacionados con la aparición de complicaciones son también
similares como las enfermedades pulmonares crónicas (asma y EPOC) en un 37%,
inmunosupresión (17%), cardiopatía (17%), embarazo (17%), diabetes mellitus
(13%) y obesidad (13%).

Tras la
vacunación se requieren tres semanas para estar protegido. Las
contraindicaciones son las de aplicación general para cualquier vacuna además
de la hipersensibilidad a las proteínas del huevo. El síndrome de
Guillain-Barré es la única complicación grave tras la administración de la
vacuna antigripal detectada en EE. UU., en 1976, durante el programa de inmunización
frente a la gripe porcina estimándose el riesgo en 1/100.000 vacunaciones que no ha sido
observado después con las vacunas actuales.
Fuentes:
Fuentes:
Protocolo diagnóstico de las complicaciones de la gripe. E. Martín Echevarría, J. Pereira Juliá y S. Moreno. Servicio de Medicina Interna. Hospital Universitario de Guadalajara. Guadalajara. España. Servicio Enfermedades Infecciosas. Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid. España. Medicine 2010.
Gripe y viriasis respiratorias. R. Ortiz de Lejarazu Leonardo,J.M. Eiros y M.C. García-Loygorri. Servicio de Microbiología. Hospital Clínico Universitario. Centro Nacional de Gripe de Valladolid. Valladolid. España. Medicine 2010.
La gripe: ¿prevenirla o tratarla? J.M. Bayas y A. Vilella Centre de Vacunació d'Adults. Servei de Medicina Preventiva. Hospital Clínic de Barcelona. Institut d'Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer (IDIBAPS). Universitat de Barcelona. Medicine 2000
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