La gripe es una enfermedad respiratoria aguda producida principalmente por los virus influenza A y B. Se desarrolla sobre todo en invierno, provocando epidemias e incluso pandemias. Presenta afectación tanto de la vía aérea superior como inferior, asociando síntomas sistémicos como fiebre, cefalea, mialgias y debilidad. En la población general se comporta, habitualmente, como una infección autolimitada, aunque en determinados pacientes de riesgo asocia una elevada morbimortalidad. La neumonía es la complicación más frecuente de la gripe, sin olvidar otras que afectan a la musculatura y al sistema nervioso central.
En la actualidad, la gripe sigue siendo una importante causa de muerte y de enfermedad. Afecta a todos los grupos de edad y aunque la mayor incidencia se
registra en los niños, las formas clínicas más graves y la mayor mortalidad se
produce en los sujetos de más de 65 años de edad y en personas con enfermedades
crónicas previas.
La OMS recomienda
por tanto vacunar a las personas con riesgo aumentado de complicaciones (mayores
de 65 años, enfermos crónicos, inmunodeprimidos, niños y jóvenes con terapias
prolongadas con aspirina, embarazadas en las que el segundo y tercer trimestre
de gestación coincide con la estación gripal), y a las personas que pueden
transmitir la gripe a personas de alto riesgo (personal sanitario y otros
profesionales, y personas al cuidado o en contacto con pacientes de riesgo,
especialmente los ingresados en instituciones).
Las
vacunas actualmente empleadas a gran escala son de tipo inactivado, contienen 2
cepas del virus tipo A y una cepa del virus tipo B. Estas vacunas son seguras y eficaces. Dada la variabilidad e
irrupción de nuevas cepas por variaciones en el genoma viral, las estrategias
pasan por proteger a las personas con mayor probabilidad de complicaciones.
Varios
estudios demuestran que tras la vacunación se redujo la infección respiratoria
en un 56% (hasta un 50% en las tasas de infección respiratoria grave), la
hospitalización en un 50% y la mortalidad en un 60%. La eficacia de la
vacunación en prevención de la enfermedad se sitúa entre un 80 y un 90%.
En marzo
del año 2009 se notificó en México una epidemia causada por el virus influenza
A H1N1 que se distribuyó rápidamente por todo el mundo, originando una pandemia
conocida como Gripe porcina o gripe A. Las manifestaciones clínicas son
similares a las de la gripe estacional, aunque es más frecuente la
sintomatología gastrointestinal, con vómitos y diarrea, así como las
artromialgias.
Los
factores de riesgo relacionados con la aparición de complicaciones son también
similares como las enfermedades pulmonares crónicas (asma y EPOC) en un 37%,
inmunosupresión (17%), cardiopatía (17%), embarazo (17%), diabetes mellitus
(13%) y obesidad (13%).
Las
complicaciones relacionadas con la gripe A son similares a las producidas en la
gripe estacional: exacerbación de enfermedades subyacentes, patología pulmonar,
cardíaca, neurológica, etc. La neumonía y deshidratación resultaron las causas
más frecuentes de hospitalización. La mortalidad se relaciona con el síndrome
de distrés respiratorio agudo e infiltrados múltiples, además de fallo
respiratorio, renal y multiorgánico.
Tras la
vacunación se requieren tres semanas para estar protegido. Las
contraindicaciones son las de aplicación general para cualquier vacuna además
de la hipersensibilidad a las proteínas del huevo. El síndrome de
Guillain-Barré es la única complicación grave tras la administración de la
vacuna antigripal detectada en EE. UU., en 1976, durante el programa de inmunización
frente a la gripe porcina estimándose el riesgo en 1/100.000 vacunaciones que no ha sido
observado después con las vacunas actuales.
Fuentes:
Fuentes:
Protocolo diagnóstico de las complicaciones de la gripe. E. Martín Echevarría, J. Pereira Juliá y S. Moreno. Servicio de Medicina Interna. Hospital Universitario de Guadalajara. Guadalajara. España. Servicio Enfermedades Infecciosas. Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid. España. Medicine 2010.
Gripe y viriasis respiratorias. R. Ortiz de Lejarazu Leonardo,J.M. Eiros y M.C. García-Loygorri. Servicio de Microbiología. Hospital Clínico Universitario. Centro Nacional de Gripe de Valladolid. Valladolid. España. Medicine 2010.
La gripe: ¿prevenirla o tratarla? J.M. Bayas y A. Vilella Centre de Vacunació d'Adults. Servei de Medicina Preventiva. Hospital Clínic de Barcelona. Institut d'Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer (IDIBAPS). Universitat de Barcelona. Medicine 2000
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