Punto de encuentro

Sed bienvenidos a este espacio que pretende ser punto de encuentro de aquellas personas que, teniendo en común un lugar de trabajo, se obstinan en establecer relaciones más allá de las laborales, porque, al fin y al cabo, se consideran seres humanos...



"Los hombres están siempre dispuestos a curiosear y averiguar sobre las vidas ajenas, pero les da pereza conocerse a sí mismos y corregir su propia vida." (San Agustín).





jueves, 21 de julio de 2011

Silencio, se rueda

Un Hospital de cine, . Hace casi 2,5 años que nuestras instalaciones fueron cedidas para el rodaje de la película "El vuelo del tren", del director nazareno Paco Torres, recientemente estrenada en la gran pantalla. Fueron días en los que un equipo muy diverso de personas, movidas en torno al rodaje, invadieron nuestros lugares y pudimos intuir a duras penas las entrañas de un mundo muy diferente al nuestro. Había que colaborar con ellos, a pesar de las incomodidades surgidas, por el bien de la imagen corporativa del Hospital y de la ciudad de Dos Hermanas (primer largometraje rodado en ella). Nos dimos cuenta de lo sacrificado de su trabajo, de lo complicado de la preparación y de la relevancia de lo bien hecho. Cuando marcharon, percibimos la desolación que se produce ante el paso de una marabunta. 

Hoy se han rodado nuevamente en nuestro hospital varias escenas de otra película, "Alicia en el país de Ali", con guión y dirección de Paco Baños,  Rafael Cobos, como co-guionista,  y protagonizado por Verónica Forqué, Nadia de Santiago, Pedro Casablanc, Juan Villlagrán y Jesús Carroza.

Hemos vuelto a recordar por unas horas el duro trabajo de los que se dedican a esta labor tan maravillosa como es entretener a las personas. Esta vez se trata de un largometraje con actores consagrados y con una ficha técnica experimentada, nacidos todos en nuestra tierra andaluza.

Realmente fue un visto y no visto. Apenas percibidos por nosotros por su discreción y respeto, previamente solicitados. Aunque inicialmente hubo un no de nuestra parte, se tornó fácilmente en un sí con condiciones, gracias a la insistencia de Vanessa. Desde este blog le expreso mi agradecimiento, a ella y a Ana, por cumplir con la palabra establecida. ¡Gracias y mucho éxito en vuestro futuro!. 

viernes, 8 de julio de 2011

Reconocimientos médicos a los pequeños bielorrusos

Una familia de acogida junto a la monitora y
el equipo que ha realizado los reconocimientos
médicos en el Hospital San Agustín
Desde hace 6 años, el Hospital San Agustín viene colaborando con la Hermandad de Santa Genoveva de Sevilla en la realización de reconocimientos médicos a los niños bielorrusos que viven en la zona afectada por el desastre de Chernóbil, ocurrida el 26 de abril de 1986.


Inmediatamente después del accidente, la mayor preocupación se centró en el yodo radiactivo, con un periodo de semidesintegración de ocho días. Hoy en día (2011) las preocupaciones se centran en la contaminación del suelo con estroncio-90 y cesio-137, con periodos de semidesintegración de unos 30 años. Los niveles más altos de cesio-137 se encuentran en las capas superficiales del suelo, donde son absorbidos por plantas, insectos y hongos, entrando en la cadena alimenticia.

Algunas personas en las áreas contaminadas fueron expuestas a grandes dosis de radiación (de hasta 50 Gy) en la tiroides, debido a la absorción de yodo-131, que se concentra en esa glándula. El yodo radiactivo procedería de leche contaminada producida localmente, y se habría dado particularmente en niños. Varios estudios demuestran que la incidencia de cáncer de tiroides en Bielorrusia, Ucrania y Rusia se ha elevado enormemente. Sin embargo, algunos científicos piensan que la mayor parte del aumento detectado se debe al aumento de controles. Hasta el presente no se ha detectado un aumento significativo de leucemia en la población en general. Algunos científicos temen que la radiactividad afectará a las poblaciones locales durante varias generaciones, la cual se cree que no se extinguirá hasta pasados 300.000 años.

El objetivo de la acogida de estos niños bielorrusos no es otro que el de su recuperación física y sanitaria. Por ello se realizan reconocimientos médicos y se realiza tratamiento especializado en caso necesario (las zonas de donde vienen los menores soportan una contaminación radiactiva de una densidad superior a 15 curies por km2., con la ingesta de alimentos básicos contaminados, fruto de la radiactividad sistemática), además de establecer vínculos afectivos, familiares y culturales con las familias de acogida. 




Mapa que muestra la contaminación por cesio-137 en Bielorrusia, Rusia y Ucrania. En curios por  (1 curio son 37 gigabequerelios (GBq)).