
Caminamos ya hacia una meta diferente. Ya no se trata de incrementar la actividad del hospital, sino de mantenerla a la vez que convertirnos en competitivos. ¡Vaya palabreja! No me refiero a lo económico (de lo que dependemos todos), sino a dar calidad asistencial.
Queridas y queridos, os pido VOCACIÓN, ILUSIÓN y COMPROMISO por este proyecto, que necesita de un recorrido todavía bien largo.
Un poco de VIC, royalclínicos.